Španělština/Materiály/Las Palmas de Gran Canaria (audio)

Breves reseñas históricas

Playa de las Canteras. Al fondo Auditorio Alfredo Kraus

Los orígenes fundacionales de la ciudad de Las Palmas se remontan al año 1478, concretamente al 24 de junio (día de San Juan) momento en el cual Don Juan Rejón, capitán castellano, inicia la conquista de la isla de Gran Canaria. Esta conquista se inicia en la desembocadura del barranco de Guiniguada, lugar que inicialmente se denominaría El Real de Las Palmas y que pertenece en la actualidad al barrio de Vegueta.

La lucha se prolongó por un periodo de cinco años, costando un gran número de vidas, sobre todo en el lado aborigen, que carecía de medios para defenderse frente a los ejércitos mandados por los Reyes Católicos. Aun así la resistencia fue feroz. El final de la conquista llegaría en 1483, con la incorporación de la isla a la Corona de Castilla por parte de Don Pedro de Vera que logró el sometimiento de los aborígenes de Gáldar en la zona noroeste de la isla.

La importancia de la ciudad fue creciendo paulatinamente, convirtiéndose en el centro administrativo y político del Archipiélago, constituyéndose el Obispado de Canarias (cuyo ámbito actual es el de la provincia de Las Palmas) Tribunal de la Santa Inquisición, la Real Audiencia de Canarias, etcétera.

Durante estos primeros siglos de vida, la ciudad se convirtió en un punto activo económico, principalmente debido al comercio de la caña de azúcar, llegando en el siglo XVII un receso debido al freno que sufrieron las exportaciones agrarias tanto a América como al resto de Europa. Durante la época de esplendor, se produjeron numerosos ataques piratas que se prolongaron en el tiempo hasta el siglo XVIII.

En octubre de 1595, la ciudad consiguió repeler el ataque inglés a mando de Francis Drake y John Hawkins, pero cuatro años más tarde, los holandeses, al mando de Van der Does saquearon e incendiaron la ciudad.

En el siglo XIX se produjo un hecho de importancia vital para la economía de la ciudad. La instauración de los puertos francos. Se trata de un régimen económico especial que favorece las relaciones comerciales del archipiélago. Este beneficio actúa como estimulante para que numerosos barcos y navieras recalen en la isla. Este ir y venir de barcos fue la primera semilla para que posteriormente se desarrollara en la isla la principal fuente de economía actual, el turismo. De este interés inicial por el turismo nace el primer hotel de la isla, el Hotel Santa Catalina, en el año 1890 y que en la actualidad sigue abierto y es considerado el de mayor prestigio de la ciudad.

Con posterioridad a la finalización de la Guerra Civil Española y de la Segunda Guerra Mundial, se notaron ciertos síntomas de recuperación turística, que culminan en la Navidad de 1957 cuando aterriza en el Aeropuerto de Gando un avión de la compañía sueca Transair AB, con 54 pasajeros en su interior. Acababa de iniciarse la era de los vuelos charter, principal motor económico de la isla, y en general del archipiélago canario en la actualidad.